El multimillonario Jared Isaacman y la ingeniera Sarah Gillis completaron el primer paseo espacial privado de la historia: la misión Polaris Dawn. Se trata de los astronautas de Elon Musk, quienes probaron los nuevos trajes diseñados por la compañía del magnate, SpaceX, para la futura colonización de la Luna y Marte.
Isaacman -piloto y filántropo de 41 años, fundador de una empresa de procesamiento de pagos on line- abrió la escotilla cuando la Dragon viajaba a más de 25.000 kilómetros por hora, a 740 kilómetros de la Tierra, y capturó desde la cámara de su casco imágenes de una puesta de sol entre la Antártida y Australia.
A esa distancia de nuestro planeta, comienzan los cinturones de radiación de Van Allen, que van desde los 680 hasta los 58.000 kilómetros de altitud, y ante los que debían exponer los trajes. Consiste en zonas con partículas energéticas atrapadas por el campo magnético terrestre, donde van a llevar a cabo diversos experimentos científicos.
Polaris Dawn Mission
“En casa tenemos mucho trabajo que hacer pero, desde aquí, la Tierra parece un mundo perfecto”, dijo mientras se encontraba conectado a la nave mediante un ‘cordón umbilical’ de 3,6 metros, enganchado a su traje.
Es la segunda vez que Isaacman comanda una misión. Por su parte, Gillis, de 30 años, realizó la misma operación, mientras las cámaras de la Dragon mostraban un paisaje nocturno de lo que, a 614 kilómetros bajo sus pies, era la noche de Nueva Zelanda. Así, se convirtió en la primera mujer en caminar en una misión privada por el espacio.
La misión Polaris Dawn despegó el martes desde Cabo Cañaveral, Florida, y marcó otro hito el miércoles al superar los 1.400 kilómetros de distancia de la Tierra, es decir, el viaje tripulado más lejano desde las misiones Apolo hace más de 50 años.